Las secuelas de una relación traumática no terminan cuando la relación se acaba.

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​Y no siempre se trata solo de una expareja.

A veces, las heridas vienen de vínculos con familiares, jefes o figuras cercanas que usaron el control, la manipulación, la culpa o la vergüenza como formas de relación. Aunque ya no estén presentes, sus efectos persisten en tu cuerpo, tus vínculos y tu sentido de identidad.

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Muchas mujeres siguen enfrentando:

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• Ansiedad y reacciones físicas inexplicables

• Dificultad para poner límites claros y sostenibles

• Pérdida de confianza en sí mismas y en sus decisiones

• Culpa, vergüenza o un vacío interno difícil de nombrar

• Patrones que se repiten en nuevas relaciones

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Sin embargo, la mayoría de los enfoques tradicionales se centran solo en la mente, dejando de lado cómo el trauma se aloja en el cuerpo o cómo afecta tu conexión emocional y espiritual.

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En Vacío Fértil, te acompaño en un proceso de recuperación integral, que respeta tu momento actual y te ofrece herramientas específicas para cada fase.  Aquí no se trata de volver a ser la de antes, sino de descubrir quién puedes llegar a ser desde lo que viviste.